Resignificación subversiva, políticas de parentesco y discriminación homofóbica: dos episodios butlerianos

Al menos desde El género en disputa, Judith Butler ha propuesto, como una estrategia política en favor de la conquista de derechos de las mujeres y de las minorías sexo-genéricas, una “subversión crítica” o “resignificación radical” del marco normativo que nos emplaza como sujetos. En efecto, las re...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Mattio, Eduardo
Formato: article artículo publishedVersion Material Didáctico
Lenguaje:Español
Publicado: Programa Universitario de Diversidad Sexual (CEI-UNR) 2020
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/2133/18646
http://hdl.handle.net/2133/18646
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Descripción
Sumario:Al menos desde El género en disputa, Judith Butler ha propuesto, como una estrategia política en favor de la conquista de derechos de las mujeres y de las minorías sexo-genéricas, una “subversión crítica” o “resignificación radical” del marco normativo que nos emplaza como sujetos. En efecto, las reglas que rigen los procesos de identificación involucran un proceso de significación que no es “un acto fundador”, que determine al sujeto a ser de tal o cual modo, sino más bien “un proceso reglamentado de repetición” que a la vez oculta y produce como efecto una ilusoria identidad, pretendidamente estable. En dicho contexto, la agencia sólo puede significar el “estar situado dentro de la posibilidad de variar esa repetición. (…) sólo puede ser posible una subversión de la identidad en el seno de la práctica de significación repetitiva” (Butler 2001a: 176). De este modo, la resignificación radical expresa el modo paródico en que ciertas expresiones sexo-genéricas, explícita o implícitamente, pueden provocar desplazamientos en el marco normativo —la matriz heterosexual— que impera el “orden obligatorio” (causal o expresivo) de sexo/género/deseo. En vista de que todo proceso de sexo-generización presupone una actuación que “recibe e innova” determinados significados culturales socialmente disponibles —eso supone su inicial teoría performativa de género—, Butler nos alienta a reconocer y alentar esas apropiaciones subversivas que amplían los límites de las ontologías sexo-genéricas hegemónicas. En esa misma línea, entiendo, deben comprenderse otros dos episodios butlerianos de fines de los ‟90 que aún resultan relevantes para resolver algunas cuestiones coyunturales en nuestra región. En Argentina, al menos, la consecución de las leyes de matrimonio igualitario (julio de 2010) y de identidad de género (mayo de 2012) aún hacen necesario un debate más amplio respecto de (a) la inclusividad de las políticas de parentesco que reproducen el matrimonio heterosexual y de (b) la deseabilidad de ciertas políticas antidiscriminatorias claramente represivas, cuestiones que propongo revisar a la luz de la política de “resignificación radical” butleriana. Respecto de (a), la lectura de El grito de Antígona permite reconsiderar el estrecho alcance de las actuales políticas de parentesco, aun cuando admitan el matrimonio entre parejas del mismo sexo. En relación a (b), las consideraciones butlerianas acerca de la performatividad en Lenguaje, poder e identidad nos invitan a repensar nuestras estrategias en torno a la persistencia de conductas homofóbicas en diversos niveles de la sociedad. En un caso y otro, Butler pone en juego una política de resignificación radical que es preciso comprender y traducir a nuestro contexto a fin de desarticular la perseverancia de ciertas prácticas de discriminación socialmente extendidas.