Simbolismos: Eros, Psiqué y Emilio Caraffa en la calle Ancha de Córdoba (1910

La ciudad de Córdoba cuenta con una profusa tradición de pintura religiosa, lo que se debe tanto a su ethos piadoso como a sus antiguos lazos con la producción pictórica del Alto Perú y las Misiones Jesuíticas; era un importante centro, en el sentido que le da Geertz al término, donde la Iglesia agl...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Nusenovich, Marcelo
Formato: article articulo publishedVersion
Lenguaje:Español
Español
Publicado: Facultad de Humanidades y Artes 2019
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/2133/15076
http://hdl.handle.net/2133/15076
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Descripción
Sumario:La ciudad de Córdoba cuenta con una profusa tradición de pintura religiosa, lo que se debe tanto a su ethos piadoso como a sus antiguos lazos con la producción pictórica del Alto Perú y las Misiones Jesuíticas; era un importante centro, en el sentido que le da Geertz al término, donde la Iglesia aglutinaba relaciones de saber y poder, valiéndose entre otros medios de anclaje de la fe del simbolismo de las imágenes que se reverenciaban en templos, conventos y casas particulares, cuyo contenido era referido a las Sagradas Escrituras. Quizás por efecto de este control iconográfico, la alegoría, género que permite comunicar ciertas ideas valiéndose de símbolos y personificaciones en general de origen grecolatino, no fue preponderante en la ciudad mediterránea.