El tinkunaco

El presente proyecto se escribe en el marco de la licenciatura de cine y televisión de la Facultad de Artes Universidad Nacional de Córdoba y corresponde al trabajo final de grado. Se trata esencialmente de la realización de una obra audiovisual documental y que pretende a través de su discurso ap...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Estrabou, Hebe
Otros Autores: de la Vega, Marta
Formato: bachelorThesis
Lenguaje:Español
Publicado: 2018
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/11086/8919
Aporte de:
Descripción
Sumario:El presente proyecto se escribe en el marco de la licenciatura de cine y televisión de la Facultad de Artes Universidad Nacional de Córdoba y corresponde al trabajo final de grado. Se trata esencialmente de la realización de una obra audiovisual documental y que pretende a través de su discurso aportar material de conocimiento e investigación sobre el Tinkunaco, festividad histórica que deviene en el hecho religioso y político más importante de la provincia. Para ello, a través de la observación de las ceremonias, la exploración bibliográfica, entrevistas a historiadores locales, se ha realizado un documental dirigido a todo público desde el punto de vista de una joven curiosa, sin prejuicios, que indaga, busca y pregunta ¿qué significa el Tinkunaco? A partir de una mirada histórica y desde la modalidad reflexiva, propuesta por Nichols (1991) se intenta guiar al espectador a posibles respuestas. Cabe aclarar que no contendrá la mirada de la iglesia, más bien, se buscó oír las voces de los protagonistas observando sus cultos, y resignificando los aspectos simbólicos abordados. De esta manera será un material que permitirá a las nuevas generaciones contar con contenido audiovisual contemporáneo, tomando contacto con aspectos que el común de la gente desconoce sobre el Tinkunaco; como los antecedentes de la ceremonia, su simbología, los diferentes rituales, posibilitando sentirnos partes de la tradición, en este mundo globalizado donde ya no hay límites geográficos. Conservar esta ceremonia, nos da el privilegio de tener un bien cultural para cuidar. Pero para ello hay que conocerlo “porque solo se ama lo que se conoce”.