La educación no es una torta
La educación no es una torta. No funciona como una economía de suma cero. No sucede que a más invitados cada uno comerá una porción más pequeña e insuficiente para su hambre. Los defensores de los sistemas elitistas, de la eficiencia abstracta y de la segmentación de la educación funcionales a las n...
Guardado en:
| Autores principales: | , |
|---|---|
| Formato: | article |
| Lenguaje: | Español |
| Publicado: |
2022
|
| Materias: | |
| Acceso en línea: | http://hdl.handle.net/11086/24671 |
| Aporte de: |
| Sumario: | La educación no es una torta. No funciona como una economía de suma cero. No sucede que a más invitados cada uno comerá una porción más pequeña e insuficiente para su hambre. Los defensores de los sistemas elitistas, de la eficiencia abstracta y de la segmentación de la educación funcionales a las necesidades del mercado han triunfado en difundir una falsa dicotomía: a mayor inclusión, menos calidad. Escuela de muchos, aprendizajes deficientes y de pocos. Pero esta verdad trascendental de la restauración conservadora sólo es aceptable a base de un olvido fundamental: la escuela es calidad, excelencia y mérito (nadie discute que deba serlo, este es el horizonte), pero sobre todas las cosas es democracia. Y en democracia, menos no es más. |
|---|