Sumario: | El decano de los maestros del movimiento moderno, compañero de Le Corbusier y autor de los edificios de Brasilia, llevó su actividad profesional más allá de los 105 años de edad, manteniendo una vitalidad y lucidez que le permitieron seguir construyendo obras valiosas hasta los últimos días. Si vida intensa recorre la historia completa de la arquitectura moderna y encarna las cualidades de Brasil, por el que sintió un amor correspondido. Su pasión por las formas sencillas no excluyó las curvas y las superficies alabeadas, con las que otorgó identidad a sus edificios de planta libre, fluyentes, levantados con hormigón y vidrio. El vitalismo de sus obras responde a un profundo humanismo, que procura alegría a las personas mientras por un mundo menos injusto.
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